Durante todo febrero de 2024, La Gota de Leche de Logroño se llenó de nuestra mirada sobre la ciudad y nuestras experiencias como colectivo.

La calle Laurel, el bar El Embaucador o las fachadas más emblemáticas se entrelazaban con recuerdos compartidos, creando una narrativa visual única y sorprendente.

La muestra incluía tres murales de gran formato (2,5 m x 2,5 m), mapas interactivos con los azulejos repartidos por el mundo, piezas audiovisuales en 3D y azulejos unitarios inspirados en la iconografía logroñesa.

Cada obra invitaba a mirar de cerca, jugar con los detalles y descubrir nuevas conexiones entre lo local y lo personal.